Fátima
Gallardo, de 17 años y forjada en piscina corta, es la última promesa de la
natación española tras batir el récord de los 100 libre
El
Campeonato de España de natación disputado en Barcelona el pasado fin de semana
ha servido para descorchar el talento de una joven prodigio. En medio del
esplendor que desprenden las estrellas consagradasMireia Belmonte y Melani
Costa, un diamante en bruto resplandeció en las piscinas de la Picornell.
Fátima Gallardo Carapeto (Badajoz; 17 años) batió el sábado el récord español
de los 100 metros libre con una marca de 55,08s. La nadadora extremeña de 17
años conquistó también el oro en los 50 libre y se hizo con la plata en los
200. Sin embargo, no presume de sus logros: “Melani y Mireia me ven todavía
como lo que soy: una niña. Tengo que aprender de ellas”.
Esta
joya de la natación sólo alardea de zarcillo: “Me puse muy pesada con el
pendiente en la nariz. Mi padre no me dejaba y me propuso una apuesta: si
consigues una medalla en el Europeo juvenil, te lo haces al día siguiente.
Llegaba con la 17ª marca, casi sin opciones y al final quedé subcampeona. No me
lo quito desde entonces. Nado con él”. Su padre Manolo es su mentor y la
acompaña siempre. Él la tiró a la piscina a los ocho años porque el médico le
advirtió de que iba a ser muy alta y tendría problemas de espalda.
Fati
Gallardo de extremada timidez, usa una pulsera para combatir la vergüenza
frente a las cámaras, y descarga todo su descaro en el agua. “Hay gente que me
habla para decirme: ‘¡Vaya marca!’ Incluso me piden fotos. Eso me paraliza. En
la piscina me encuentro conmigo misma, me siento explosiva. En competición no
me da tiempo a pensar, voy a morir”, admite la plusmarquista nacional. Dentro
de la Federación destacan su humildad: “El tránsito de juvenil a profesional es
muy complicado, pero con ella será más fácil. Tiene los pies en el suelo y eso
la ayudará”.
Gallardo
siempre se ha entrenado en piscinas cortas de 25 metros, mide 1,80, pesa 63
kilos y tiene un margen de mejora impresionante. Está incluida en el programa
olímpico de Río y los equipos se la rifan. Pasa sus días en el Centro de
Tecnificación de Cáceres y compite para el modesto CN Badajoz. Su entrenador
Serafín Calvo asegura que "es una bestia parda, pero en formación hay que
ser cautos e ir cubriendo etapas”.
La vida
de Fátima consiste en comer, nadar y estudiar: “Hay días que duermo tres horas.
Me despierto a las 5.30 para nadar. A las 8.30 empiezo el colegio y muchas
veces no puedo llegar a tiempo. Me echan la bronca, pero se me dan bien los
estudios y saco buenas notas”, admite.
Fátima
no se marca objetivos, da pasos hacia ellos en silencio y espera hacer un gran
papel en el Europeo que se celebra el próximo mes en Berlín. Nadará los 100
libre: “Es mi prueba. Ojalá baje a los 54 segundos y dé la sorpresa. Entrenando
me imagino la carrera y me pongo nerviosa”. Nervios que tritura Fati en
competición.
Fonte
El pais Spagña
http://elpais.com/
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